La humedad intersticial ¿Qué es? Humedades intersticiales… Causas, prevención, factores de riesgo…
La humedad de la condensación intersticial siempre está presente en el interior de los edificios, tanto en su estructura como en sus componentes. Ocurre en recintos cuando el vapor de agua que pasa a través de ellos alcanza su máxima presión de saturación en algún punto de su masa. Nos informamos acerca de las condensanciones intersticiales de la mano de los especialistas en eliminación de humedades…
¿Qué causa la condensación intersticial?
La condensación intersticial es un fenómeno de condensación que ocurre dentro de un material debido a una caída repentina de temperatura entre un lado y el otro. Este fenómeno es típico de la mayoría de los aislantes térmicos.
Cuando en una casa no se han prevenido bien los problemas de condensación se pueden producir problemas de humedades y cosas como dormir con humedad en la habitación son las consecuencias desagradables de una mala planificación. El exceso de humedad puede exacerbar los síntomas del asma y también provocar bronquitis, infecciones respiratorias y otros problemas respiratorios que pueden provocar trastornos del sueño. El moho prospera en ambientes húmedos, como ácaros del polvo, colchones y microorganismos que viven en manantiales.
¿Cómo prevenir la condensación intersticial?
La temperatura en cada sector de un recinto debe estar por encima del punto de rocío para evitar la condensación intersticial. Para ello, será necesario bajar la humedad relativa del aire interior y elevar la temperatura interna del cerramiento aumentando el aislamiento térmico.
¿Qué factores afectan el riesgo de condensación en envolventes?
El riesgo de condensación intermedia dependerá de la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior y la ubicación del aislamiento térmico. Si se produce condensación en la superficie interior de un recinto, se denomina condensación superficial, y si se produce en el interior, se denomina condensación intermedia. La instalación de un buen sistema de impermeabilización debajo de la teja asegura que el techo sea impermeable, incluso si el agua excede el recubrimiento.
Una de las principales preocupaciones que pueden surgir a la hora de diseñar o rehabilitar una cubierta inclinada es la posibilidad de humedad y condensación.
La aparición de humedad en el techo puede ser causada tanto por fugas de agua como por condensación. La humedad debido a la filtración del techo es común cuando el agua que absorbe el revestimiento ingresa, por ejemplo, a través de la teja o pizarra de un techo inclinado. Por ello, en este tipo de cubiertas inclinadas tener un buen sistema de impermeabilización debajo de la teja es muy importante para protegernos de este tipo de filtraciones.
Si la humedad se acumula en el techo incluso si hay impermeabilización presente, es posible que sea inadecuado, esté todo mal colocado, deteriorado o tenga una superficie mal aplicada. Si la filtración supera la capa impermeabilizante, es posible que se produzca humedad ya que queda atrapada en determinados puntos del techo y no se evapora ni escurre al exterior.
Presencia de humedad en edificios
La humedad afecta la funcionalidad al reducir la durabilidad de los materiales, creando manchas, floraciones, hinchazón, ruptura, descomposición y corrosión. La extensión del daño dependerá de la de la lesión. La habitabilidad en el interior se vuelve más insalubre. Estas lesiones afectan la salud de las personas que viven en estas áreas.
Tanto debido a la humedad excesiva como al crecimiento de moho en las superficies de techos y paredes se reduce la calidad del aire interior y también se provoca un mayor consumo de energía de las instalaciones de aire acondicionado para lograr condiciones de confort interior.
La fuga de humedad en los elementos estructurales puede afectar la capacidad mecánica de los elementos de hormigón armado provocando oxidación en las armaduras, pérdida de cohesión en el hormigón, deformación y podredumbre en los elementos de madera.
Las consecuencias pueden ser mucho más graves e incluso provocarse un colapso. Es fundamental identificar el origen de la lesión, los daños provocados por la humedad en los edificios pueden llevar a procesos de deterioro muy diferentes. En este sentido, el trabajo previo con pruebas y ensayos, si es necesario, ha de servir para evaluar las posibles causas y puede ser una garantía de éxito.
Ya sabemos pues, que la condensación superficial es la humedad que se acumula en las caras internas de los recintos debido a un aislamiento deficiente, lo que provoca el enfriamiento del espacio y hace que el aire en contacto con el interior de la pared se enfríe repentinamente por debajo de la temperatura del rocío.
La condensación interna es la humedad producida por un mal aislamiento, provocando enfriamiento y que el aire se enfríe repentinamente por debajo de la temperatura de rocío y aparezcan microgotas que dan lugar a manchas de moho en función del grado de absorción del material.
Para mejorar y prevenir la condensación de la superficie interior, se deben tomar medidas para minimizar o cancelar las condiciones que favorecen la caída de la temperatura local. Cuanto mayor sea la temperatura interna, menor será la posibilidad de condensación. Esto se puede conseguir de dos formas, bien manteniendo alta la temperatura interior con un adecuado y potente sistema de calefacción, muy caro, o bien aislando adecuadamente las zonas más susceptibles a la aparición de condensaciones, denominadas puentes térmicos.
Otra variable que interfiere con la formación de condensación es la humedad relativa en el ambiente o la cantidad de vapor de agua. La instalación de un SATE también reduce la aparición de condensados de tierra intermedios, condensados producidos por las mismas condiciones que los condensados de superficie, pero estos se ubican en el interior del envolvente y son difíciles de detectar.
