Explorando la Arquitectura Modernista de Tashkent.

Explorando la Arquitectura Modernista de Tashkent.

Descubriendo los Tesoros Modernistas de Tashkent.

Buenos días, soy Johnny Zuri y HOY quiero dar mi opinión sobre un tema que, sinceramente, me apasiona: la arquitectura modernista. Y no cualquier arquitectura modernista, sino la que encontramos en un lugar que quizás no todos puedan señalar en un mapa sin dudar un poco: Tashkent.

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Recientemente, tuve la oportunidad de sumergirme en la riqueza arquitectónica de Tashkent, la capital de Uzbekistán, a través de un proyecto impresionante que busca preservar su legado modernista. Este proyecto, conocido como Tashkent Modernism XX/XXI, surgió de la Fundación para el Desarrollo del Arte y la Cultura de Uzbekistán y, os digo, es un esfuerzo notable por salvaguardar un pedazo vital de la historia urbana de la ciudad.

Os cuento, Tashkent fue un hervidero de actividad constructiva en las décadas de 1960, 1970 y 1980. Como una de las ciudades más pobladas de la antigua Unión Soviética, su horizonte está salpicado de edificaciones municipales, culturales y residenciales que son testimonio de esa época. Pero no es solo una cuestión de cantidad, sino de calidad. La arquitectura modernista aquí tiene un carácter distintivo, una audacia que rompe moldes.

Por ejemplo, el Cine Panorámico de Vladimir Beryozin, construido en 1964, es una joya arquitectónica. Este no es solo un edificio más, es un ícono que ocupa una manzana entera con una forma que rememora una columna dórica. Al lado, un bloque largo y transparente, que alguna vez albergó el vestíbulo y la cafetería, aunque ahora está bloqueado. Pero su diseño, su disposición original, hacen de este cine una obra maestra incuestionable del modernismo de Tashkent.

Y qué decir del Museo Lenin, diseñado por Yevgeny Rozanov y Vsevolod Shestopalov en 1970. Fue uno de los primeros museos dedicados al líder soviético y un modelo replicado en toda la Unión Soviética. Este edificio, amigos, es una síntesis de cómo la arquitectura puede dialogar con la historia, cómo puede ser al mismo tiempo innovadora y respetuosa con la tradición.

Ahora, pasemos al Hotel Uzbekistán de 1974. Un gigante que se alza entre el viejo y el nuevo centro de Tashkent, diseñado originalmente con una fachada que funcionaba como un parasol de altura completa. Este edificio es más que un hotel; es un hito, una referencia en el paisaje urbano de la ciudad, que señala el inicio de la transformación modernista del centro de Tashkent.

No puedo dejar de mencionar el Estado Museo de Artes, diseñado por Iskander Abdulov y Anatoly Nikiforov, también en 1974. Este museo, una de las primeras galerías de arte moderno construidas en la Unión Soviética, es un testamento a la posibilidad de concebir un edificio como una obra de arte en sí misma.

El Circo Estatal, con esa forma tan característica de OVNI, es otro ejemplo notable. Diseñado por Genrikh Aleksandrovich y Gennady Masyagin en 1976, es un diseño único en su especie, defendiendo el derecho a una arquitectura local única en una época donde la norma era adaptar proyectos típicos de Moscú.

Y cómo no hablar del Mercado Chorsu de Vladimir Azimov y Sabir Adylov, de 1980, con su impresionante cúpula verde y su marco de acero a la vista. Este edificio es una clara ilustración de los “traslados culturales” en arquitectura, mostrando cómo los modelos arquitectónicos de una parte del mundo se transforman en otra, adquiriendo características culturales del contexto que los acoge.

El Palacio de la Amistad de los Pueblos, obra de Yeregeny Rozanov en 1981, es un edificio que refleja las ideas de los arquitectos de Moscú sobre la arquitectura tradicional de Uzbekistán y que ha sobrevivido casi sin cambios hasta el día de hoy.

Y no nos olvidemos de la estación de metro Prospekt of Cosmonauts de Spartak Ziganshin en 1984, dedicada a los cosmonautas de la Unión Soviética, ni de Zhemchug de Ophelia Aidinova en 1985, un edificio residencial que recrea los ambientes colectivos de las mahallas tradicionales de Asia Central.

Para terminar este recorrido, mencionemos el Heliocomplejo Sol, de 1987, uno de los hornos solares más grandes del mundo, situado en una colina cerca de Tashkent. Este complejo es un testimonio de la grandeza de la arquitectura modernista y su capacidad de adaptarse a diferentes paisajes del planeta.

Os dejo con una pregunta: ¿Qué edificios modernistas os han marcado a vosotros? La arquitectura es una narrativa en sí misma, que nos cuenta historias de tiempos y lugares. Y Tashkent es un capítulo fascinante en esa historia.

Nos vemos en el próximo episodio, donde seguiremos descubriendo las joyas arquitectónicas que definen nuestras ciudades y nuestra historia. ¡Hasta la próxima!

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