El informe inicial para este proyecto requería un santuario desde el que contemplar el paisaje alpino, uno que pudiese interaccionar con la vista de las cadenas montañosas a todos y cada uno de los lados al paso que ofrece protección contra los extremos extremos de una terraza alpina.
Las estructuras de un solo nivel se establecen en un zócalo que empieza a nivel del suelo al lado de una pista de arribos de grava y pasa a una repisa flotante sobre el terreno inclinado. El circuito está formado por una paleta de madera, acero, metal y piedra, todo oscurecido en una forma de silueta homogénea.