¿Qué hay que tener en cuenta para conseguir una hipoteca del 120 por ciento? ¿Existen las hipotecas al 120 por cien?
Pues posible si es porque en PisoMásGastos hemos visto hipotecas al 120 por cien y, aunque es difícil de conseguir en el mercado, no es imposible. Una hipoteca del 120% es en la que se especializan. Y es que sabemos lo difícil que es ahorrar hoy en día, por lo que esta ayuda para conseguir una hipoteca que cubra la totalidad de los costes operativos, en una única hipoteca, sin tener que aportar un solo euro, es una opción muy codiciada.
No hay que preocuparse por las condiciones bancarias de este tipo de actividad, se puede obtener tanto a tasa fija como variable.
Más fácil es conseguir una hipoteca con el 100% de financiación de la venta, siempre que se cumplan una variedad de requisitos. Entre estas condiciones, algunas organizaciones exigen que los clientes tengan nóminas de entre 4.500 y 5.000 euros y su ratio de endeudamiento no supera alrededor del 30-40%.
Estas organizaciones ofrecen financiación al 100%. Excluyendo el pago de impuestos y la formalización, exigen que los clientes tengan ahorros para hacer frente a todos esos préstamos sin tener que pedir otro préstamo. En general, la posibilidad de conseguir financiación al 100% está presente en la mayoría de los bancos tradicionales, siempre que el cliente cumpla con un amplio abanico de condiciones.
En el contexto de tasas de interés históricamente bajas y el cierre del acceso al financiamiento hipotecario para miles de personas, los bancos se vieron obligados a abrir levemente líneas de crédito porque las hipotecas eran la principal fuente de ingresos de los bancos, no solo por las ganancias que obtienen a través de la comercialización, también por los negocios cruzados que traen consigo.
Y es que, si bien la suscripción de hipotecas concedidas se ha ido recuperando de forma sostenida en los últimos años, los saldos pendientes gestionados por las entidades financieras han seguido descendiendo desde 2008. En este contexto, y con tipos de interés históricamente bajos y Euribor negativo, una auténtica guerra hipotecaria en la que el protagonista son las hipotecas a tipo fijo que suponen el 40% del total, los préstamos se suscribieron en España cuando hace cuatro años solo eran del 3%.
En los últimos años se han seguido construyendo nuevas viviendas, pero sus precios parecen inalcanzables para muchas personas. En algunos lugares de España con menos de 250.000 euros es imposible encontrar un nuevo hogar. Es el caso de Palma. En Manacor, en cambio, se puede acceder a una vivienda por 200.000 euros. El precio que la mayoría de los españoles no puede permitirse con un salario medio de 24.000 euros.
Tenemos salarios bajos con viviendas caras.
Esto ahogó a la clase media y la deja con poca posibilidad de salvación. Y más si estás pagando un alquiler de 800 euros…
Haciendo el cálculo para una pareja que ganan 1.200 euros cada uno, pueden acceder a los 180.000 euros, con una mensualidad de 500 euros en una hipoteca a 30 años. Sin embargo, la clase media alemana puede comprar viviendas hasta un millón de euros. La de Austria también.
La diferencia de poder adquisitivo es enorme. Si un residente local quiere comprar un casa, será de segunda mano. Los constructores hacen los cálculos y no entienden que con menos de 200.000 euros no se puede hacer nada. Durante los últimos años, constantemente se han construido nuevas viviendas, pero sus precios parecen inalcanzables para el español medio.
Por supuesto, las ofertas de alto nivel son generosas y variadas para los ciudadanos europeos que duplican e incluso triplican la superficie terrestre promedio de sitios como las Islas Baleares.
Para los desarrolladores, una de las razones por las que no se pueden encontrar fácilmente nuevas viviendas asequibles es que no hay terrenos que se puedan vender a precios razonables según la normativa vigente. El desarrollo de suelo urbanizable se ha detenido en algunas legislaturas.
Hay que lamentar que el gobierno sea muy lento y los suelos también tarden en llegar al mercado. A todo esto, se suma el hecho de los altos impuestos sobre el precio de la vivienda. La solución sería aumentar el índice de densidad, lo que permitirá hacer casas más pequeñas y construir más alturas.
De esta forma, los precios de la tierra tendrían que asignarse a más casas y la tierra tendría que ser más barata. Pero a menudo lo que se dispone es la solución es política, o sea, considerar más suelo urbanizable para vivienda pública tasada y abogar por el uso de suelo urbanizable y que no se consuma más suelo.
Ayudas estatales
Junto a las ayudas estatales y las facilidades en las hipotecas es necesaria cierta conversión de la mayor densidad de edificación en VPO. El boom demográfico, el desembarco de inversores europeos con alto poder adquisitivo y el alquiler vacacional devastaron sobre todo las zonas de costa.
Con un banco de tierras escaso y caro la tormenta perfecta se aliviaría con más OPV. Densidad, rebote y apuesta son cosas necesarias para aliviar la presión. En realidad, hay mucho terreno por clasificar y planificar. Ya en 2010 se permitió un crecimiento del 5%, pero solo se ocupó el 2%”.
En fin, que la noticia de hipotecas al 120% ayuda a tener más optimismo en esto de la facilidad de acceso a la vivienda, pero hace falta una conjunción de cosas para que el problema de la vivienda en España vea síntomas de solución por alguna parte. Pruebas y adquisición de ingresos, intercambio de viviendas y terrenos protegidos, parcelas para promociones…
Parcelas públicas para vivienda pública. Se trata de poder comprar apartamentos a precios razonables. El suelo supone el 25% del coste de una vivienda de obra nueva. Construir 100 metros, pagar impuestos, proyectos y permisos te cuesta unos 150.000 euros. Si el terreno es de 25.000 euros por cada vivienda construida echa cuentas…